domingo, 21 de noviembre de 2010

Ficción y realidad: El fantasma enamorado


La última entrega del otrora profesor universitario Jonathan Carroll, nuevamente situa al lector en un mundo de fantasía, donde la realidad se asoma para transformarlo en algo que podría sucedernos un día cualquiera. El fantasma enamorado, arranca con la caída de Ben Gould, quien al resvalar en la nieve golpea su cabeza y acaba muerto, pero no del todo, pues un extraño virus en los ordenadores que controlan las vidas, lo convierte en un espectro que lucha con sus diversas aristas. Paralelamente, el fantasma que debe cumplir la función de llevarse su alma a otra vida es enviado a hacer las veces de guardían -mientras las divinidades solucionan el grave problema-  acaba enamorado de la novia de Ben complicando aun más las cosas. Una novela plagada de ficciones surrealistas, donde lo cotidiano y lo sobrenatural se acomodan inteligentemente, en el afán de aceptar las más negadas pulsiones del ser humano. Carroll, quien ha dicho que si hubiese nacido en latinoamerica, habría sido catalogado de realista mágico, tiene reconocidos admiradores tan diversos como Stephen King, Sting o Juliette Binoche. 

Por: Francamilfuegos

lunes, 8 de marzo de 2010

Los tres amores de la apasionada Gabriela


"El que ama no pide sacrificio, se sacrifica a sí mismo.  Ese es amor; lo demás es mentira..."(Gabriela Mistral)
Cuando la mujer estaba relegada  y sometida a un rol menor en la sociedad, subyugada ante los hombres, ella se alzaba como una mujer atípica. A pesar de sus orígenes humildes, teniendo a una madre costurera y un padre ausente  y una infancia modesta, fue capaz de convertirse en maestra. Pero no fue una Educadora más. Cuando aun  la mujer en Chile no lograba conseguir igualdad ante la ley y no podía obtener el derecho a voto, ella logró lo impensable: recibir de manos del  Rey Gustavo de Suecia, el 10 de diciembre de 1945 el reconocimiento que la  convirtió en  la primera  poetisa y literata hispanoamericana galardonada con el Premio Nobel de Literatura.
Gabriela Mistral, llamada en realidad Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga,  nació el 7 de abril de 1889 en la ciudad de Vicuña, lugar que marcó profundamente su obra literaria. Fue catalogada de “retrasada mental” por la directora  del colegio al cual asistió en su niñez  y, más tarde, debido  a problemas económicos   su formación  se vuelve autodidacta, guiada por su interés hacia la lectura e influenciada por su media hermana Emelina , quien le enciende el amor  por la educación.
Todas las circunstancias que rodearon los primeros años de su niñez esculpieron su carácter en la dura piedra de la adversidad, incluso Matilde Ladrón de Guevara, amiga intima de la literata, señala en su obra “La Rebelde Gabriela “que la poetiza le confidencio haber sido sometida a  abusos sexuales por un muchacho algo mayor del campo. Sin embargo, el difícil comienzo de sus años primeros  no la hace claudicar en sus convicciones de que la mujer era “prisionera de la ignorancia”.

En sus años de adolescencia - alrededor de 1904 - colaboró con el periódico "Coquimbo", de la ciudad de La Serena, utilizando los seudónimos de "Alguien", "Soledad" y "Alma".

El  amor trágico.

A los 15 años, y para mantenerse económicamente, ejerció una ayudantía en la Escuela de La Compañía, aldea vecina a Vicuña, y fue maestra en la escuela de La Cantera, donde conoció a Romelio Ureta, quien se convertirá en el muso idealizado de sus primeros escritos.
Alone, critico literario, al incursionar en su vida y obra,  expresa:” El amor que aquel joven le inspiró y la herida que le causó su muerte pueden considerarse el germen de todo lo demás que le ocurriría... incluso el Premio Nóbel”.

El trágico suicidio del joven y una tarjeta encontrada en su bolsillo con el nombre de Lucila desatan todo tipo de rumores sobre la verdadera historia de amor de ambos.

Marie-Lise Gazarian-Gautier , amiga intima de la escritora aclara la historia: ”Romelio Ureta murió en Coquimbo cuando Lucila se hallaba en Santiago.  Se suicidó en un momento de desesperación al no poder reponer una suma de dinero... Como se halló entre sus pertenencias una vieja tarjeta con la firma de Lucila, y ella escribió más tarde apasionados poemas sobre el suicidio, se tejió una leyenda en torno a ambos.  Sin embargo, es importante destacar que este episodio de la vida de Lucila no fue la única fuente de inspiración de sus versos de amor. "Dolor" se refiere a dos episodios diferentes de la vida de la poetisa, pero en la forma en que escribe ella hace creer al lector que esos poemas fueron inspirados por un solo amor, frustrado por el suicidio de su amado”.
En esta época su  reconocida obra “los sonetos de la muerte”, recibe el premio en los Juegos Florales de 22 de diciembre de 1914 y  la bautiza  por primera vez  como “Gabriela Mistral”, el seudónimo que la acompañó de por vida, y es, también, el inicio de otra historia de amor.

El amor prohibido e intenso.

En una carta escrita el  día 23 le dice a  su amado: “Por oírlo a Ud., por eso fui. Si ¡al menos lo hubiera visto!”… ¿Es esto un símbolo? Cuando vaya a su encuentro ¿extenderé mis brazos hacia una sombra fugitiva?... Un sueño suave de niño sano y puro, para Usted, Manuel, en esta noche.



En una esquela de 25 líneas, fechada un día mas tarde, quien recibe la misiva le confiesa: “Su carta me dejó sin voz, sin acción, hasta sin pensamiento! (A qué hondor ¡Dios mío! había llegado esto!)... Mi anterior llevó palabras necias que, destinadas a acariciar fueron a herir”.
El afortunado es el poeta Manuel Magallanes Moure, con el cual mantiene un romance epistolar que  dura aproximadamente diez años.
Y es que Gabriela es apasionada. La mujer que se esconde tras el mito es  tan profunda  e intensa que es capaz de amar con infinita entrega y odiar con el mayor resentimiento:
“…Si yo te odiara, mi odio te daría/ en las palabras rotundo y seguro/Pero mi amor no se confía /a este hablar de los hombres, tan oscuro.” 
Sin duda, el libro “Desolación” nos muestra una poetiza  que escribe desde las entrañas y es capaz de retratar con magnificencia  sentimientos tan extremos como el amor y los celos:
“..El pasó con otra. / Yo lo vi pasar. / ¡Siempre dulce el viento / y el camino en paz!... ¡Y estos ojos míseros / lo vieron pasar!.
El va amando a otra / por la tierra en flor. / Ha abierto el espina; / pasa una canción /
¡Y él va amando a otra / por la tierra en flor!...
Y es que este segundo amor para Gabriela también es tortuoso. Magallanes esta casado con su prima y aun cuando se deja seducir por las palabras ardientes de la Mistral, se distancia de ella.

Gabriela  vuelve a sentir, el amor apasionado florece en su pecho. Intercambian cartas durante diez años, ella  vehemente, él apacible, quizá sostenido en la admiración de la despierta mujer morena de inquietos ojos verdes.
Ella le escribe :
“Escóndeme, que el mundo no me adivine.
Escóndeme como el tronco su resina, y
que yo te perfume en la sombra, como
la gota de goma, y que te suavice con
ella, y los demás no sepan de dónde viene
tu dulzura...”
Gabriela es  como un volcán en sus epístolas¸ pero el poeta no siente lo mismo y se lo expresa en una carta. Despechada y después de dos años de silencio le escribe:
“Después de su ternura para mí, la segunda sorpresa es ésta: su vida triste. Yo he sabido de Ud. siempre, y lo he sabido dichoso de amor, embriagado siempre, por retoñar de pasiones viejas, de esas que están ya trenzadas con sus huesos, o por amoríos de cada primavera... Las primeras noticias me fueron como una quemadura; las siguientes las justifiqué con un ligero escozor de mujer olvidada; las que vinieron después no movieron en mí una sola fibra... Ahora leo la pintura de su vida, y no me convence... No creo que sea el burlador de mujeres, sino el conmovido de cada hora. Así como existe el hombre al cual cada paisaje de la Tierra le inspira una forma de emoción o de amor, ha de haber en Ud. un paisajista de las almas, que va pasando sobre ellas amándolas a todas, gozando con cada una, eternamente entregado y eternamente libre... Ud. no ha podido ser desgraciado, porque ser desgraciado es únicamente esto: o no hallar a quién entregar el alma o haberla entregado absolutamente y no poder recuperarla. Estas dos cosas no existen en Ud” .
Sin embargo, la vida después de la separación cambia para ambos: Magallanes parte a Europa, para regresar enfermo. Gabriela, un año  más tarde viaja  a México. Nunca más volverán a verse. Él transitará hacia su fin temprano y dolorido. Ella, hacia el éxito. 

Su posterior consagración en el país azteca y en el mundo entero, su amistad con poetas como Rubén Darío y otros intelectuales de la época la elevaron como la escritora chilena más importante, pero también la mas desconocida para las masas. Siempre reacia a hablar de su vida y su constante hermetismo hicieron de ella un mito. Y es que Gabriela fue perseguida por su discurso político progresista a favor de los derechos de la mujer y de los niños. No es desconocido que los intelectuales chilenos de la época la menospreciaban  tanto así que le negaron el premio nacional de literatura hasta 1954 clasificando su poesía de ”extremista“ y poco refinada “para una mujer de su época.”

Gabriela se autoexilia. El recuerdo de Chile le es tan amado como Doloroso .Se siente menospreciada, aun cuando el mundo entero la elogia.

El amor sereno y escondido.

Cuando tú vuelvas, si es que vuelves, no te vayas enseguida. Yo quiero acabarme contigo y quiero morirme en tus brazos
(fragmento de carta de Gabriela Mistral a Doris Dana, diciembre de 1948).
La aparición del registro epistolar que mantuvieron Doris Dana y la Mistral hace un tiempo atrás  y la publicación del libro “Niña Errante“ desató toda una polémica frente a un secreto a voces. Y es que estudiosos de la literatura  trataban de ocultar el amor lésbico entre una Gabriela madura y su joven asistente estadounidense, 31 años mas joven. Guardaron su amor bajo  estricto secreto, tan oculto que  solo salió a la luz  cincuenta años después. Pero sus sentimientos eran tan férreos que la joven acompaño a Gabriela hasta su muerte, donde Doris la estrecho en sus brazos al momento que Gabriela agoniza a causa del cáncer.
“Soy tuya en todos los lugares del mundo y del cielo", le escribió Dana a Mistral. Antes la poeta le dijo: "Tal vez fue locura muy grande entrar en esta pasión".

Esta relación nació ocho años antes de la muerte de la poetiza y sin duda, fue el ultimo sentimiento, el amor pleno que hizo mitigar el dolor de la escritora por su patria. Fue quizá el sentimiento que le permitió sentirse libre  y  amada, más allá de los encasillamientos o la creencia mística de que Doris era el reemplazo de “Yin yin”, el sobrino-hijo  que murió trágicamente en Brasil.

Sin duda, mas allá de cuestionamientos sobre la importancia de la vida amorosa o sexual de la escritora tenemos en ella la muestra clara de una mujer que fue capaz de entregarse a la emoción y hacerla palabra. De crear una nueva forma de hacer poesía .Una contestataria y rebelde que sobrevivió en un mundo de hombres y pudo extender su voz  a todos los confines del mundo.
La intensa, la apasionada hoy descansa en Monte Grande.
  
Pam Montenegro.